“Hieron
de Siracusa, que de simple ciudadano llegó a ser príncipe sin tener otra deuda
con el azar que la ocasión; … Y a pesar de no ser noble, dio pruebas de tantas
virtudes. Licenció el antiguo ejército y creó uno nuevo; dejó las amistades
viejas y se hizo de otras; y así, rodeado por soldados y amigos adictos, pudo
construir sobre tales cimientos cuanto edificio quiso; y lo que tanto le había
costado adquirir, poco le costó conservar”.
Nicolás Maquiavelo
El Príncipe.