Cuando el acontecer normal de las cosas se ve traumáticamente interrumpido, queda abierto el campo para una competición ideológica “discursiva” […] Por ejemplo; Alemania, principios década de 1930. Invocando la conspiración judía, Hitler triunfó en la competición sobre qué narrativa explicaba mejor las causas de la crisis de la República de Weimar y ofrecía la mejor manera de escapar de esa crisis.
Slavoj Zizek