Ortega
y Gasset advirtió con suma agudeza el ladino poder destructor de la buena
suerte…: en la vida humana la buena suerte es una divinidad peligrosa, más
peligrosa que la mala. Mientras esta aniquila desde fuera y visiblemente,
aquella destruye, corrompe desde dentro, sin que ello se advierta desde el
exterior.
Juan Antonio Rivera
Lo que Sócrates diría a Woody Allen.