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¿Qué es la política?


¿Y si, en el fondo, la política no fuera otra cosa que una discusión acerca de lo que entendemos por “realidad”? Tal vez la cuestión política fundamental no sea tanto la de los ideales y los imaginarios, como la idea que se tiene de lo real. […] Porque la realidad no es lo meramente fáctico, sino también un conjunto de posibilidades de acción que se iluminan según sea la perspectiva desde la que se divisen. La batalla no se gana mediante la apelación genérica a otro mundo sino en la lucha por describir la realidad de otra manera. La izquierda no resulta atractiva cuando se sitúa como si estuviera reñida con la realidad como tal, sino cuando es capaz de convencernos de que la derecha hace una mala descripción de la realidad.

Daniel Innerarity
La política en tiempos de indignación

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Ocúpate de tus cosas.

Tecum habita et Noris, Quam sit tibi curta supellex. Persio.  (Nota del traductor: Ocúpate de tus cosas y verás cuán reducidos son tus recursos; también: Habita en tu propia casa y descubrirás la sencillez de tus posesiones). Immanuel Kant Prólogo. Crítica de la razón Pura.

La ética meritocrática.

       Un principio central de la ética meritocrática es la idea de que no merecemos que se nos recompense -ni que se nos postergue- por factores que estén fuera de nuestro control. Pero ¿de verdad poseer (o carecer de) ciertas aptitudes es un logro nuestro? Si no lo es, cuesta ver por qué quienes ascienden gracias a su talento merecen mayor premio que quienes bien pueden ser personas igual de esforzadas, pero menos dotadas de los dones previos que una sociedad de mercado casualmente valora más.     Quienes ensalzan el ideal meritocrático y lo convierten en el centro de su proyecto político pasan por alto esta cuestión moral, pero también ignoran algo más poderoso desde el punto de vista político: las actitudes muy poco atractivas (desde la perspectiva moral) que la ética meritocrática fomenta, tanto entre los ganadores como entre los perdedores. Entre los primeros promueve la soberbia; entre los segundos la humillación y el resentimiento.     (.....

Belleza.

  "Salgan en ese momento. No solo al exterior, sino también más allá de la trampa de la era electrónica que tan esmeradamente encierra a muchos. [...] Salgan, muévanse despacio y relájense, serénense, miren a su alrededor. No troten. No corran. [...] Presten atención a todo lo que rodea al camino rural, la calle urbana, el bulevar suburbano. Caminen. Paseen. Vaguen por doquier. Monten en bicicleta y recorran la costa durante un buen trecho. Exploren." John Stilgoe. Hay paz en ello. No permitas que la belleza de la vida se te escape. [...] Aun cuando nos enfrentemos a la muerte en guerras sin sentido, aun cuando nos matemos a nosotros mismos en un trabajo sin sentido, podemos detenernos y sumergirnos en la belleza que nos rodea, siempre. La quietud es la clave. Ryan Holiday