“El
trabajo duro, el ser puntual, el llevar una camisa limpia (preferiblemente
blanca), el utilizar desodorante,… contribuyen al éxito; son, sin duda,
necesarias, pero es posible que sean insuficientes porque no son la causa
del éxito. Lo mismo se puede decir de los valores convencionales de la
persistencia, la obstinación y la perseverancia: necesarias, muy necesarias.
Las habilidades cuentan, pero
cuentan menos en entornos muy aleatorios.
La mayoría de los éxitos están
causados por muy pocas “ventanas de oportunidad”. ¡Hay que arriesgarse!”
Nassim Nicholas Taleb