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Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Stephen R. Covey

Hoy he decidido acompañar con algún comentario las frases que voy dejando en el blog. La inmensa mayoría, salvo raras excepciones, pertenecen a libros que me han acompañado durante toda mi vida y que forman parte de mi humilde biblioteca.
Entre las últimas entradas publicadas en el blog aparecen frases del libro de Stephen R. Covey, “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”. No es una novela. Aunque el libro se cataloga como de autoayuda personalmente considero que es más un ensayo sobre el comportamiento de las personas y como modificar dicho comportamiento. Es un libro denso pero altamente recomendable, un libro de cabecera para releer una y otra vez. Más de 25 millones de copias vendidas desde 1989 así lo atestiguan. Más de uno se reconocerá en sus páginas, y con toda seguridad a alguna persona que formó parte de su vida (amigos, compañeros, vecinos,…). Dejo otro par de frases:

“Una administración eficiente sin un liderazgo efectivo es (según alguien lo ha definido) como alinear las sillas en la cubierta del Titanic. Ningún éxito administrativo puede compensar el fracaso del liderazgo.”


“Siempre hay que tratar a los empleados exactamente como queremos que ellos traten a nuestros mejores clientes”.
Stephen R. Covey.

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Tecum habita et Noris, Quam sit tibi curta supellex. Persio.  (Nota del traductor: Ocúpate de tus cosas y verás cuán reducidos son tus recursos; también: Habita en tu propia casa y descubrirás la sencillez de tus posesiones). Immanuel Kant Prólogo. Crítica de la razón Pura.

La ética meritocrática.

       Un principio central de la ética meritocrática es la idea de que no merecemos que se nos recompense -ni que se nos postergue- por factores que estén fuera de nuestro control. Pero ¿de verdad poseer (o carecer de) ciertas aptitudes es un logro nuestro? Si no lo es, cuesta ver por qué quienes ascienden gracias a su talento merecen mayor premio que quienes bien pueden ser personas igual de esforzadas, pero menos dotadas de los dones previos que una sociedad de mercado casualmente valora más.     Quienes ensalzan el ideal meritocrático y lo convierten en el centro de su proyecto político pasan por alto esta cuestión moral, pero también ignoran algo más poderoso desde el punto de vista político: las actitudes muy poco atractivas (desde la perspectiva moral) que la ética meritocrática fomenta, tanto entre los ganadores como entre los perdedores. Entre los primeros promueve la soberbia; entre los segundos la humillación y el resentimiento.     (.....

Belleza.

  "Salgan en ese momento. No solo al exterior, sino también más allá de la trampa de la era electrónica que tan esmeradamente encierra a muchos. [...] Salgan, muévanse despacio y relájense, serénense, miren a su alrededor. No troten. No corran. [...] Presten atención a todo lo que rodea al camino rural, la calle urbana, el bulevar suburbano. Caminen. Paseen. Vaguen por doquier. Monten en bicicleta y recorran la costa durante un buen trecho. Exploren." John Stilgoe. Hay paz en ello. No permitas que la belleza de la vida se te escape. [...] Aun cuando nos enfrentemos a la muerte en guerras sin sentido, aun cuando nos matemos a nosotros mismos en un trabajo sin sentido, podemos detenernos y sumergirnos en la belleza que nos rodea, siempre. La quietud es la clave. Ryan Holiday