“Hollywood
nos ha transmitido la idea de que cuando los espectadores del circo romano
extendían la mano con el pulgar hacia abajo pedían la muerte del gladiador
vencido. Todo lo contrario. El dedo hacia abajo quiere indicar que el vencedor
deponga las armas. Cuando los espectadores pedían la muerte del vencido se
hacía ese gesto tan universal de llevarse el pulgar a la garganta (degüello) o
simplemente al pecho”.
Educados en el silencio, la tranquilidad y la austeridad, de repente se nos arroja al mundo; cien mil olas nos envuelven, todo nos seduce, muchas cosas nos atraen, otras muchas nos enojan, y de hora en hora titubea un ligero sentimiento de inquietud; sentimos y lo que sentimos lo enjuaga la abigarrada confusión del mundo. GOETHE
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