"Las
personas proactivas centran sus esfuerzos en el Círculo de Influencia.
Se dedican a las cosas con respecto a las cuales pueden hacer algo. Su energía
positiva: se amplía y aumenta, lo cual conduce a la ampliación del Círculo de
Influencia.
Por
otra parte, las personas reactivas centran sus esfuerzos en el Círculo
de Preocupación. Su foco se sitúa en los defectos de otras personas, en los
problemas del medio y en circunstancias sobre las que no tienen ningún control.
De ello resultan sentimientos de culpa y acusaciones, un lenguaje reactivo y
sentimientos intensificados de aguda impotencia. La energía negativa generada
por ese foco, combinada con la desatención de las áreas en las que se puede
hacer algo, determina que su Círculo de Influencia se encoja.
Un
modo de determinar cuál es nuestro Círculo de Preocupación consiste en
distinguir los tener y los ser. El Círculo de Preocupación está
lleno de tener; el Círculo de Influencia está lleno de ser."
Stephen R. Covey
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